Nombramiento - Nominación

La cita: "Es bien extraño que aquí lo social tome un predominio de nudo, y que literalmente produzca la trama de tantas existencias; él detenta ese poder del "nombrar para" al punto de que después de todo, se restituye con ello un orden, un orden que es de hierro; ¿qué designa esa huella como retorno del Nombre del Padre en lo Real, en tanto que precisamente el Nombre del Padre está verworfen, forcluido, rechazado?; y si a ese título designa esa forclusión de la que dije que es el principio de la locura misma, acaso ese "nombrar para" no es el signo de una degeneración catastrófica?"

Lacan J, El seminario 21, Los no incautos Yerran, anunciado en clase del 19-3- 74 (inédito) Boletín XXVII Jornadas anuales de la EOL

El "nombrar para" restituye un orden de hierro[1] con eso Lacan nos indica la rigidez de esta forma, "el nombrar para" es un nombramiento, alguien es nombrado para cumplir un rol o una función, es de alguna manera arrastrado[2] por una madre que se basta por si sola[3], y por ende la forclusión del Nombre del Padre lo deja sin sustento subjetivo para sostener esa función, Lacan lo ubica como el principio de la locura misma y la degeneración catastrófica.

El nombramiento no es la nominación, el nombramiento es el "hacer como que" primo segundo del mecanismo de compensación imaginaria "como si" de Helen Deustch, o del CMB.

El nombramiento lo tenemos cuando no contamos con la nominación del Nombre del Padre, cuando no hubo cuidado paterno[4] que con una nominación rescata al sujeto de un deseo anónimo[5]; aún así puede haber una salida, la de la nominación sin el Nombre del Padre, "hacerse un nombre", el puro estado de orfandad.