Lo que hace "verdadero" un análisis
por Gustavo Slatopolsky

"Aquí, el precepto "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" no suena menos extrañamente que el Tât twam asi, según se comprueba si se responde a él en primera persona, con lo que estalla lo absurdo que sería tomar su último término por su última palabra, mientras que el otro cierra el círculo al concluirlo: "Como a ti mismo, eres aquello que odias porque lo ignoras"."
Lacan J., "El psicoanálisis verdadero, y el falso", Otros Escritos, Paidós, Bs. As., 2012, p. 188.
El "aquí" de la cita delimita el punto donde la transferencia se resuelve: punto arquimédico sobre el que bascula la asunción del final del análisis. Haber llegado hasta "aquí" solo será posible a partir de reubicar el fundamento del psicoanálisis – verdadero – "en la relación del hombre con la palabra"[1] según las leyes que determinan el campo simbólico.
Desde aquí es posible la distinción entre sugestión y transferencia para situar la repetición en los términos de un más allá de la demanda que se juega con el analista y que "pueda ser captada en su efecto de deseo y analizada en su efecto de sugestión"[2].
Es allí donde yendo más allá de las pasiones del ser el sujeto debe advenir dando lugar a la palabra allí donde reinaba el silencio del Ello. Asumir la dimensión mortal propia del lenguaje que se articula en "la sabiduría" de Tú eres eso[3] así como aquello que se revela como el reverso de destrucción y demanda de muerte fundamental en el mandato de amor al prójimo cuando este "lleva a reconocer en este ti mismo, nada más y nada menos, al Tú. El mandamiento cristiano revela entonces su valor al prolongarlo-…como tú mismo eres, en la palabra, ése a quien odias en la demanda de muerte, porque lo ignoras[4]".
NOTAS
- Lacan J., "El psicoanálisis verdadero, y el falso", Otros Escritos, Paidós, Bs. As., 2012, p.181
- Ibid, p. 188
- "tu es" (tu eres)/"tuer" (matar)/ "tu" (¡mata!)
- Lacan J., Seminario 5, Paidós, Bs. As., 1999, p.518 (el resaltado es nuestro)