Las "uniones inseparables", la estructura, lo Real...
por Nestor Rozenberg

La cita: "Vale la pena evocar la manera en la que ha sido elucubrado el nudo de los Borromeos, o sea la idea misma de la estructura. Eso quería decir en esa época que si una familia se retiraba de un grupo de tres, las dos otras se encontraban al mismo tiempo libres por no entenderse más. La sórdida fuente de esta historia de Borromeo valía ser recordada. No solamente los nombres no son la consecuencia de las cosas, sino que podemos afirmar expresamente lo contrario".
Lacan J., El Seminario 24, L´insu que sait de l´une-bevue s´aile à mourre, Clase del 8-03-1977, inédito. Pág. 32.
Lacan denuncia que la Comedia no es Divina sino bufona y que salvo que se la identifique con Lo Real, no hay Obra Divina.
En Vita nuova, Dante enuncia que "nomina sunt" - los nombres son – "consequentia rerum" - la consecuencia real -, que no hay, puesto que lo real simbolizado por el nudo borromeo, "se desvanece…".
Lo Real es justamente la estructura y como tal incoherente. Tal como creemos representarlo no está ligado más que por una estructura – que no quiere decir más que nudo borromeo.
Los tres toros, necesarios para que al invertir uno de ellos contenga en su interior los otros dos, se desanudarán por un corte longitudinal y no transversal y esto es estructura.
Para Lacan Lo real no constituye un universo salvo al estar anudado a otras dos funciones y una de estas funciones es el cuerpo viviente que como no se sabe que es, remite a Dios.
¿Para qué tiene el hombre esa manera de hablar de modo tal que nomina non sunt consequentia rerum?, hay una cosa que anda mal en la estructura, en el nudo llamado borromeo…
"Si los nomina no remiten de alguna manera a las cosas ¿cómo es que es posible el psicoanálisis? El psicoanálisis sería de cierta manera lo que se podría llamar del chiqué… del semblante"[1].
Vitaliano Borromeo entró en 1418, en la corte del Duque de Milán, Filippo Visconti, primero como tesorero y luego consejero, con el título de Conde de Arona. Un año después de la muerte de su padre, Filippo fue nombrado "Caballero de Oro" por Francesco Sforza, momento culminante de la familia Borromeo. Su escudo de armas destaca el unicornio con una corona de oro en el cuello, la serpiente comiéndose a un niño es el símbolo de los Visconti. Al lado del unicornio, aparecen tres anillos entrelazados, regalo de Francesco Sforza como reconocimiento al apoyo que la familia Borromeo prestó en la defensa de Milán. Se piensa que los anillos representan a las familias Visconti, Sforza y Borromeo, que formaron una "unión inseparable" por medio de matrimonios: Filippo se casó con Francesca Visconti y, su hija Giustina con Gian-María Visconti.
NOTAS
- Lacan J., El Seminario 24, L´insu que sait de l´une-bevue s´aile à mourre, Clase del 8-03-1977, inédito. Pág. 34.